miércoles, 23 de enero de 2013

The End




Sé que en el fondo, es mejor así.
Cuando no es recíproco.
Cuando la desconfianza y la mentira se apodera de tu mundo.
Te autoengañas; piensas que son imaginaciones tuyas.
Que hay que creer.
El tiempo no cura. Destroza tus propias convicciones.
Ahora toca olvidar.
Pero siempre es más difícil cuando al que le toca olvidar es a ti.
19 días, 500 noches...
No, los sueños rotos no dejan de ser sueños.
Y cuando se rompen como un vaso de duralex, aunque lo recoges y barres una y otra vez,
siempre hay una esquirla que se te incrusta en el alma.
Y es esa la que no te deja dormir por las noches.
A pesar de todo, siempre merece la pena vivir un sueño, aunque sea un instante.

Ahora toca navegar sin rumbo.
Respirar sin que se quiebre con el dolor.