jueves, 18 de abril de 2013

Vudú

Judith Decapitando a Holofernes (Artemisia Gentileschi)


Al final no he dado mi tarjeta de crédito.
No por desconfianza.
La web de Vudúexpress tenía el icono que indicaba que era segura, y si la compra superaba los veinte euros, me hacian rebaja.
Y eran rápidos: el envío lo entregaban en tres días, desde lo más profundo del barrio francés hasta Carabanchel; seguro que tienen sucursales por la zona.
No voy a comprar la muñeca de oferta, con el hueco para la foto tipo carnet, y los alfileres a juego.
Ni el libro de maldiciones traducido.
No hay placer, en realidad en producir un dolor que no voy a poder ver.
Ni en ser un maltido hijo de puta.
Porque quizá eso es lo que se puede esperar de mi.
Lo único que me produciría sería amargura. 
Me envenenaría el alma.
Lo que conseguiría en último extremo es que los alfileres me los estuviera clavando yo.
Prefiero seguir siendo como he sido siempre, a pesar de todo. 
Pero, ¡Lo que he disfrutado pensando en ello!

2 comentarios:

Arancha dijo...

Conozco el sentimiento. Yo he pensado en mercenarios ex kgb para hacerme un trabajito. Me encanta el cuadro, es de una pintora italiana seguidora de Caravaggio, y ya sabes lo que siento yo por Caravaggio)

imaging68 dijo...

A veces piensas que la venganza está justificada. Y aunque no lo esté.
Si es que el Barroco italiano no sería nada sin Caravaggio.