jueves, 28 de enero de 2010

Avanzando


Estoy en un viaje al interior de mi corazón.
Al interior de las cosas que quiero, y reconocerme de una vez por todas.
El reflejo de mi ser en el espejo no es el reflejo que quiero ver, y sentir.
No pretendo que las cosas en mi vida sean perfectas, ni que mis deseos y amores sean del agrado de los que quiero.
El viaje me lleva en caída libre hasta el fondo. Pero, a pesar de mis sentimientos negativos, de que el reflejo del espejo sólo tenga matices grises, sé que me levantaré. Que pasearé de nuevo sintiéndome orgulloso de quien soy y de cómo soy.
Que podré seguir adelante.
Ahora, las fuerzas me fallan. Me tiemblan las piernas cuando pienso en lo que me queda. Ahora está en mi mente el miedo; la sensación de que quizá me equivoqué y que no tendría que haber dado los pasos que me han llevado a estar dónde estoy.
Y sin embargo, sé que si no lo hubiera hecho, me habría arrepentido el resto de mi vida. Tenía que intentar salir de una vida que no me llevaba a reconocerme. Y a sentir que amar y amarse puede ser maravilloso.
Ahora me reconoceré con dolor. Incluso me meteré en una concha y maldeciré mi vida. Estoy seguro.
Pero, a pesar de encontrarme ahora como un zapato impar, viejo y solo, sé que encontraré mi lugar, mi sitio. Encontraré el momento en el que, al mirarme al espejo seré el que quise ser siempre.
Lo mejor de este proceso... el amor de la gente que me quiere, y que siento cerca. Cada uno a su manera.

10 comentarios:

Marta dijo...

Miguel
niño, me siento reflejada en ese mismo espejo.
Pero tu has tenido la fuerza y la valentía de intentar mirar dentro del espejo, quizás duela, quizás en algún momento creas que te equivocaste, sin duda sera así, pero seguro que acabaras encontrando a ese "Miguel" que tanto anhelas.
Yo sigo quieta parada delante del cristal, lo que veo me desagrada profundamente, pero no tengo la valentía necesaria para romperlo y seguir mi camino.
En realidad te admiro y te envidio.
Y no eres viejo para nada, solo que te sientes un poco cansado, tomatelo con calma, te queda mucho por dar, y tienes mucho por recibir aún.
Quisiera formar parte de tu cercanía, sin duda a mi manera, te quiero.
petonets, sempre

alicia dijo...

Creo que lo que lo que puede ayudar es ese ¿y si no lo hubiera...? , sino lo hubiera, no existiría, ni bueno, ni malo, nada, NADA... Y, simembargo hay algo aunque duela, algo queda y al final termina dejando poso y saber.

Un beso

Ah!! Pásate por mi sitio, :)

Anónimo dijo...

Besote para tí AS.
LATIERRA

Miguel dijo...

Mi querida Marta. Creo que ninguna decisión es la correcta. Y no creo que exista la adecuada. Simplemente se vive. O se sobrevive. No soy más valiente ni menos tonto por la decisión tomada. Es la que he tomado, y me he metido en un proceso que produce vértigo, miedos, angustia.
Te aseguro que puedes mirarte al espejo con orgullo, por lo que haces y cómo lo haces.
Un besazo enorme...

Miguel dijo...

En la vida, Alicia, al final se trata de vivir el día a día. Sé, porque me ha pasado muchas veces, que si no me decido, al final, me arrepiento de no haber dado el paso. Alguno es muy doloroso para la gente que quieres, pero no puedo vivir sabiendo que no he intentado vivir. Y el poso... mientras no me quede el miedo...
Gracias por Benedetti
Un besazo.

Miguel dijo...

Miles de besos, Susana...

Carla dijo...

Se vive, se toman decisiones día a día, hora tras hora, minuto a minuto, y es mil veces mejor el decir con la frente en alto: "Hice todo lo posible, hice todo lo que estuvo a mis posibilidades" a estar con la sombra hostil de la frase: "que hubiera sido si ...."; es por ello permitido el sentir el dolor, pero este NUNCA debe de impedirnos el seguir adelante, y mucho menos dejar que nos consuma y encerrarnos en nosotros mismos, una separación de cualquier tipo es dolorosa, sin embargo puedes considerarte afortunado de ser esos seres que va por la vida con la frente en alto y sin la sombra de la frase: "Que hubiera pasado si...."

Tesa dijo...

Lo mejor SIEMPRE, es el amor de la gente que nos quiere.

Penélope dijo...

Nadie mejor que nosotros mismos para reconocernos, para saber cómo somos por dentro: NADIE.

Pepe del Montgó dijo...

Me parece que para querer hay que quererse a uno mismo y a partir de esa satisfacción llegar a los demás. Creo que si hay gente que te quiere, a su manera, desde un blog, pero también es una forma de querer.