jueves, 27 de enero de 2011

Baño

(Texto recuperado y suavizado de un blog que tengo perdido en la inmensidad de los océanos de palabras que se encuentran en internet. Hace poco me vino a la memoria, y aunque menos intenso, me apetecía compartirlo. Así, de paso, cambio mi tono oscuro, y lo paso a colores un poco más vivos)


(S. Dalí- The great Masturbator)

Sabía que estaba en el baño. Recien levantada, con pocas ganas de nada, salvo de volver a la cama a dormir.
Se acostó tarde, muy tarde; yo sentí cómo se levantaba, aunque mis ojos no podían abrirse cuando ella se acostó, con esos pies pies fríos que trae a veces. Llevaba su pijama gordo que no compensaba con su calor el frío de la casa.
Se tapó con el nórdico, y rápidamente se durmió... y yo no recuerdo más hasta la hora de su despertador. Tenía reunión a primera hora y quería ir con tiempo.. por variar me dijo...
Quizá fue eso, quizá que me levanté juguetón; quizá porque sí, porque el baño, con la niebla que el agua caliente produce... no sé... oí el agua recien abierta de la ducha y salté de la cama...
Oía como abría la puerta de la mampara cuando entró y la cerró.
Entré... Ella de espaldas a la puerta, con el ruido del agua sobre la bañera, ni se enteró.
Hola... hola, porqué te levantas tan temprano, preguntó.
Me despertaste y ya no puedo dormir.
Es que... me callé... qué... Es que me apetece ver como te duchas...
Estás tonto, te has levantado con la tontería pue... se calló cuando me vió cómo entraba en la ducha con ella... te enjabonas o te enjabono... no esperaba respuesta. Miró y vió mi predisposición a no dejarla ir...
Sabes que me tengo que ir... claro... cuando quieras....
Cogí la esponja y la empapé de gel.
Me miraba esperando cualquier movimiento para reprocharme que no debía estar ahí.
Le miré a los ojos.. me gusta esa boca semiabierta, le dije; y le besé. Las lenguas se encontrarón con facilidad, mientras mi mano libre le cogía por la cintura para que notara que estaba preparadoa mano ocupada con la esponja empezó a enjabonar su culo, que estaba duro de la excitación; sus manos respondieron a mis besos, acariciandome... mi trasero...
La espuma y el vaho empezaban a aglomerarse entre nosotros; le di la vuelta. Mis manos en su espalda; enjabonaba mientras me movía para avisarla que no iba a escapar. Las manos se acoplaron en sus pechos, para llenarlos de jabón; sus pezones estaban pidiendo algo más que mirarlo, y no podía dejarlos así. me puse de rodillas, poniendole de cara a mi de nuevo.
Saboreo su piel y su sabor intenso, apagado un poco por el agua y el jabón.
Eres un cabrón...
Sí... ¿¿¿Paro...????

3 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Siempre me han gustado tus relatos con toque erótico y la verdad es que los notaba en falta. Me alegro que recuperes el buen sentido.

Royaleconqueso dijo...

La de recuerdos que me vienen al leer esto.

Me ha encantado. Yo pido otra ronda.

Un saludito

Miguel dijo...

Eres bueno conmigo, Pepe. Pero es cierto que necesitaba cambiar, al menos una vez, el tono sombrío de mis textos.

Me alegro que el texto te traiga recuerdos...jajaja. Bueno, intentaré que aparezcan más relatos.. Gracias por pasar.
Saludos