lunes, 22 de septiembre de 2008

Autorretrato


(Vincent Van Gogh)

Hoy me duelen los buenos deseos.
No puedo con ellos. Hoy me pesan demasiado.
Hoy, los buenos deseos me están destrozando la sonrisa.
Quizá es demasiada responsabilidad.
Cuando se viven caminos paralelos, separados. Cuando la
vida de los que queremos se mueve entre otros sentimientos
que no me son ajenos, pero que no nos unen.
Hoy me duele pensar que sus mundos,
los que llevan en las entrañas
de su corazón, son otros.
Hoy me puede el egoísmo de los míos.
Hoy quiero ser el protagonista de los buenos deseos.
Quiero que mis deseos se cumplan; y no el de los demás.
Sé que me sentiré mal siendo egoísta;
que, al minuto, no podré mirarme al espejo,
y desearé buenos deseos, con el corazón.
Después. Ahora no.

6 comentarios:

Gattaca dijo...

Todos tenemos derecho a un minuto de gloria, todos tenemos derecho a un minuto de egoísmo del mas duro.
Yo te deseo que se cumplan tus deseos, eso te hará sentir menos mal, ya puedes desear por otro, yo lo haré por ti.

Mil besos

Miguel dijo...

Gracias Gattaca... Me resultará más fácil así. Ni siquiera es el minuto de gloria. Quizá es más mirarme al ombligo y ver qué quiero, y no dejarlo en el fondo del baul de los deseos.
Miles de besos.

Tesa dijo...

Está en la naturaleza humana eso de desear, para nosotros y para quienes nos importan. Somos, ante todo, supervivientes.

Pepe del Montgó dijo...

Creo que cuando tienes un buen deseo para tí mismo, en el fondo estás pensando que tu felicidad alcanzada hará feliz al otro.

ROSA ALIAGA dijo...

me uno a tu campaña!

eva dijo...

yo también me uno a tu campaña, de vez en cuando queremos que se cumplan nuestros deseos. Un besito