(Paul Gauguin/Te tamari no atua )
Cerraba los ojos mientras la yema de sus dedos acariciaba mi espalda.
Recorría mi silueta sin apenas tocarme, creando dibujos, formas caprichosas; el lienzo de mi espalda estaba limpio para que pintara una y otra vez con los pinceles de sus dedos.
Sus movimientos excitaban mis sentidos y mis sueños despiertos. Los dedos por la nuca, por detrás de las orejas, por los hombros, despertaban cosquillas a mis sentidos.
A cada intento de que sus caricias fueran a recorrer otras partes de mi cuerpo, utilizaba la ligera presión de sus palmas, y un quieto que salía de su garganta.
Al rato, los dedos, cansados, se cambiaron por su lengua, áspera y suave, húmeda y ligera. Recorría el interior de la lengua, las curvas de mi cadera, el inicio de mi trasero.
Me estremecía, me excitaba.
Su cuerpo desnudo apenas rozaba el mío, notando su pecho, recorriendo mi cuerpo mientras su lengua pintaba nuevos cuadros.
Mi cuerpo pedía más…
Abrí los ojos con dolor. Me había quedado dormido después de la comida familiar, en la cama que ocupaba cuando vivía con mis padres. El gato, subido en mi espalda, decidió, por fin, que era hora de sacar las uñas.
8 comentarios:
Interesante relato erótico y curioso desenlace. Más, más.
Jops!!
y mira que parecia realmente seductor el relato!! Al final me he reido:D Y me has hecho pensar en mis gatos que duermen conmiugo, muchas veces sobre mi espalda, menos mal que no son aficionados a los lametones;)
Beso y abrazos, ahora sabiendo tu gusto por las dos cosas no podré dejarte una sola!!
bonito sueño.... hasta que te despertó el gato
besitos
Vaya con el gatito!!!!!!!!!!!
Besicos
Bueno Pepe, intentaré más. Gracias por seguir por aquí.
Los gatos pueden ser traicioneros, Gattaca; este, seguro... Mis sueños tienen esto de malo, que no sabes como van a terminar...
Besos desde la mañana... y abrazos, y ánimos...
Y eso que me gustan los Gatos, pero lejos. Besos Eva
Nenhari, gracias por pasar. Besos
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