jueves, 25 de septiembre de 2008

Canalla


(Paul Gauguin. O taiti (nunca más))

Canalla.
Eso es lo que era. No me imaginaba que en este mundo, o en los pasados, o en los siguientes, tuviera que toparme con un ser de esa calaña. Nadie me previno de gente como esta, ni me dijo cómo me tendría que comportar.
Sólo sé que no esperaba que ese día, mientras la mañana se desplazaba lentamente en la ventana de la oficina, apareciera. Y lo hizo; mi primer impulso fue el de sorpresa. Traje impecable en un cuerpo sin arrugas. Los ojos oscuros negros como azabache, y la sonrisa de hechizar, me llevaron a un segundo impulso de saltarle a los labios, que retuve.
Era la visita del jefe. La visita que esperaba desde no sé el tiempo. Claro que balbuceo frente a alguien así; balbuceo, y mucho. Le costó entenderme y a mi explicarme.
Era él, el hombre que esperaba y que no me paré a esperar más tiempo, cuando a los 28 me casé con el que cumplía con los estereotipos… pero a los 28 no me casé enamorada… Y seguía sin estarlo. Los hombres se confunden con facilidad. Confunden lujuria, pensamiento único, con amor… y se creen que les vamos a tratar como les tratan las madres.
Pero nosotras sí lo sabemos. Sabemos quien es la persona que nos va a robar el alma, quien nos va a tratar como una mujer.
Y él, el cabrón canalla, era el elegido para mí. Me daba igual el anillo, las promesas, el sofá nuevo, y la cita de los sábados con mis amigas. Era él, y tenía que saberlo, por si no se había dado cuenta.
Así que, según salió del despacho del jefe, le acompañé al ascensor. Y encima argentino. Joder, que tendrán los argentinos, que todos tienen labia, humor, me ponen la lívido en alerta máxima.
Tengo que quedar contigo, eres el hombre de mi vida… estoy segura. Necesito que lo sepas, y que lo sientas… necesito que nos veamos, ¡¡¡¡ya!!!!
La cama con él, esas dos semanas, fue inolvidable, salvaje, doloroso, diferente. Fue lo que no era con el que me casé.
No se podía ir. Me voy. NO. Imposible. Te tienes que quedar, he dejado casa, marido, sofá, sábados con amigas, trabajo… NO te puedes ir. ¿Y mis acrobacias en la cama?
Lo siento amor. Esto es solo un sueño. No me puedo quedar. Cuando te despiertes, ya no estaré aquí.
Me desperté. Y fui la primera en entrar en el baño para llorar. ¿Qué te pasa, preguntó? Nada, cosas de mujeres, dije, y le pareció suficiente.
Esa mañana, que era como las demás, apareció él. El de mis sueños. Era él, sin duda; supongo que le vería en alguna foto de trabajo. Le miré impresionada… de nuevo mis balbuceos salieron de mi boca. Esta vez era real. Y sí, era el hombre de mi vida.
Seguro.
Después de la reunión, sucedió tal y como imaginé en mis sueños… Le acompañé hasta el ascensor, pero no le dije nada, le tendí la mano. Adiós, le dijé.
Adiós… se quedó parado. Me miró a los ojos.
¿Sabe? He soñado con usted. ¿Conmigo? Sí. Era la mujer de mi vida.
Ya, temblé, pero era un sueño.
Sí, se dijo, bajando la cabeza, lo era. La puerta del ascensor se cerró.
Era un villano. Un canalla.

11 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Me gusta la sensualidad, que no erotismo, de los sueños que relatas. Pero en cuanto me descuido ya se me ha pasado alguna entrada.

Tesa dijo...

Yo creo que a los 28, siempre te casas enamorada. Otra cosa es que 10 años después, no te enamorarías del mismo hombre que entonces.
Las chicas (excepto la que tiene sus intereses puestos en el dinero o el poder y se "vende" a un señor generalmente mayor que los posee), siempre, siempre, nos casamos enamoradas ...por poco que dure.

Miguel dijo...

Hola Pepe. Quizá voy demasiado acelerado, y tendría que tomarme más tiempo para tranquilizar las palabras, y cuidar los detalles.
Un abrazo

Miguel dijo...

Lo tendré en cuenta, Tesa. Aunque intente adivinar, inventarme ser mujer no es fácil.
Un beso

Mencía dijo...

Niño, brutal.

¿La persona de nuestros sueños? ... puf.

¿Sabes? ... me acabo de acordar de un poema de Gloria Fuertes ...

¡Ojo con soñar!
Que las ilusiones tienen más espinas
Que la realidad.


Sobre todo con los hombres juajuajuajuajua (es bromaaaaa)

Besoslindo.

Gattaca dijo...

Hola señor de los sueños... A este paso te colarás un día de estos en los míos!
Me gusta eso deque te pongas en la piel de la mujer, es dificil supongo y lo haces bastante bien la verdad...
Muy binito tu relato, como siempre, cada día me asombras un poco mas.

Muchos besos, muchos, muchos,muchos

eva dijo...

yo nunca recuerdo mis sueños, y espero nunca jamás con soñar con mi jefe (el jefe de mi jefe) que pesadilla sería. Un besito

Sara dijo...

Mi niño, el gmail no me funciona....solo era para felicitarte.

Muchas felicidades y un montonazo de besitos para ti.

Miguel dijo...

Gracias, Sara. Recojo las felicitaciones, y, sobretodo, los besos.
Más para tí.

LU dijo...

Canalla, hacía tiempo que no escuchaba esa palabra. Sueños y realidades, palabras dichas o calladas para siempre. La persona elegida, el amor de mi vida…
Biquiños

➔ Sill Scaroni dijo...

Ah ... los sueños, siempre hablan cosas que muchas veces no sabemos como interpretar.
Muy bueno tu texto.
Sill