domingo, 23 de noviembre de 2008

Como si...


(Emil Nolde, mar en otoño)

Cómo si mi vida no tuviera alma.
Caen las hojas en el camino
y no tengo claro el camino a mi casa.
La casa en la que me dejé el alma.
Mi vida transcurre por otras sendas.
Sendas claras, sin peligros, sin sorpresas.
Dónde nada se esconde tras la curva, ni
nadie te sorprende y anima mi ser.
Me acostumbré a vivir por sendas claras,
asfaltadas de afectos, dónde los baches se
perciben fáciles de sortear.
Mi vida transcurre tranquila; amable, dulce,
sin tensión, con amor suave; sin estridencias
Ni alardes que una montaña rusa pudiera alterar.
El camino a casa, salpicado de hojas, barro
Y dolor, no lo encuentro.
Y no sé si sabría reconocerlo. Quizá me
diera miedo viajar por él, sabiendo que quizá
los afectos se vuelvan incontrolables,
y la tranquilidad fuera alterada por la vivencia
de una vida de extremos, sin término medio.

7 comentarios:

eva dijo...

¿te imaginas no tener alma? que triste.
Me encanta lo que escribes. Besitos

Pepe del Montgó dijo...

Nos intranquiliza lo que deseamos pero tememos buscarlo por los inconvenientes que podamos encontrar. Saludos

Tesa dijo...

Las casas siempre deberían ser hogares, refugios, y el camino hacia ellas, cómodo de seguir.

Nootka dijo...

a veces hay que salirse un poco del camino aunque duela...

Una senderista. dijo...

El otoño tan inspirador, tanto en palabras como en imágenes, muy bueno tu poema

Sara dijo...

Ima
puede que uno a veces no quiere encontrar el camino de su casa....y puede que no quiera hacer nada para remediar eso, por miedo, quizas?????.

besos de lunes.

Anónimo dijo...

Me encantó.

Mil besos otoñales para tí y gracias por seguir estando.

LATIERRA