jueves, 27 de enero de 2011

Divagaciones por la falta de sueño (II)



Resulta difícil dormir con la música que calla los pensamientos a golpe de poner el volumen al máximo y ajustar los cascos en el oído. Escucho la música ensordecerora mientras cotilleo mis correos en el ordenador.
Mezclo Metallica, con Slash, con Wakeman, para ayudarme a la mejoría de la sordera, a que dentro de unos pocos años, la vista no sea lo único que haya desaparecido de mis sentidos.
Así no escucho el teléfono que tengo justo detrás del ordenador, y que sólo miro de vez en vez.
Parpadea una luz verde... alguien me ha llamado, o me ha dejado un messenger.
A las doce y media de la noche... ufff... tentado estoy de no mirar quien ha sido. Igual es sólo propaganda. Anuncios que me prometen relojes del Madrid, o descuentos increibles y mentirosos.
Sucumbo a la tentación, cómo cuando no podemos evitar abrir cada poco el correo electrónico con la esperanza que alguien muy especial del que desconocemos su nombre, se asome a nuestra vida con forma de sobre.
Un mensaje...
Nada. Dejo el teléfono en el estado de reposo en el que tenía que estar, y vuelvo a mirar el correo de mi ordenador. treintaycuatro mensajes. La mayoría debe de pensar en lo necesitado que debo de estar, porque me mandan correos con XXL de subtítulo. Los selecciono todos y los borro evitando la tentación de ver algo que no tiene nada de atractivo. No quiero; resulta demasiado patético, y más a estas horas... Peripatético me diría alguno, pensando en la semejanza de las palabras con definiciones tan extremas.
Me queda una del banco prometiendome un crédito que no sabe que no puedo aceptar, y tres correos más.
Uno de ella. El asunto está en blanco.
Otro de una antigua amiga. Quiere saber si sigo vivo, si he muerto, y en cualquiera de los dos casos espera respuesta.
El tercero, bueno, el tercero de un amigo que no debió serlo nunca, pero como soy incapaz de dejar de ser amigo de los que se aprovechan de mi, pués le tengo ahí, en facebook, en mi correo; me pide que le lea los mensajes que va a enviar a no sé que chica, y que le haga las veces de corrector en su blog. A cambio tengo su infinita gratitud y el derecho de sentarme con él en alguna mesa de un bar de moda y que me cuente su vida.
Y está el correo de ella.
No sé qué hacer. La lectura de mensajes a las tantas de la mañana, que van a retorcerse en mi intestino delgado, y que tiene todas las papeletas de crear un pensamiento único de angustia a mi alrededor, no me motiva.
lo veo de color oscuro, más oscuro que los correos que le rodean. El maldito sistema me recuerda que tengo alguien a quien no he leído.
Qué más me da. Nadie va a ver que lo estoy leyendo. Nadie sabrá que mis lágrimas tendrán que ver con un correo lleno de espinas.
Apago el ordenador. En realidad, si no leo el correo, si lo borro tal y como me llegó, nunca me dolerá.
Las tantas de la mañana... Subo el volumen de la música. Hoy el requiem va por mi.

10 comentarios:

Marta dijo...

Miguel
tonto pelao!!!
que recuperes los mensajes de la papelera, ya!!!!.
Uno de ellos es mio....y ese no creo que te duela lo más minimo,al menos no es mi intencion, yo debo ser la que se interesa por si estas resucitando por fin!!!!.
No es facil, lo se, pero hay que ponerle cojones a la vida, por que si no pasa sin que te des cuenta, espabila niño, que lo que dejas pasar se perdio.
Miles de besos, y ánimos los que necesites, silbame, estoy.
petonets, sempre
No eres tu el unico insomne!!!

Royaleconqueso dijo...

Desde luego que no eres el único insomne. A mí me ha tocado también y son ya las 4.58 de la mañana. Llevo un mes que no me duermo antes de las 3 de la mañana y es que cuando me quedo a solas por las noches me asaltan los pensamientos que no suelen ser demasiado esperanzadores. Y otra vez esa angustia y nudo en el estómago que no me deja vivir.

Pero bueno, la música es una buena terapia.

Un saludote y a animarse!

Anónimo dijo...

En mi favor he de decir (sin ánimo de daros envidia) que llevo 2 días que duermo bien (la tos se ha tomado ese tiempo de vacaciones) y... que bien.
Después de saber lo que haces con los correos casi que me alegro de no haberte mandado uno :P.
Un beso muy fuerte y ánimo. Tú y yo sabemos que... pasará.
Mamen

Miguel dijo...

Hola Marta... Jajaja.. que es un relato. Sí está escrito en un momento de falta de sueño, pero es sólo eso, un relato. No me dejo los correos sin leer, suelo contestarlos, aunque no siempre (lo sabes) de manera inmediata. Y estoy bien. Mejor de lo que me temo reconocer a veces...
Un besazo...

Miguel dijo...

Hola Frusly, gracias por pasarte por aquí. La noche es lo que trae, sueños, pensamientos oscuros, que te llevan a la vigilia y te cargan el día de cansancio. Este relato sale de eso, de no dormir. Pero no tiene nada que ver con mi estado de ánimo.
Saludos.

Miguel dijo...

Hola Anónimo; gracias por pasar. Me alegra saber que hay personas por el mundo que duermen como bebés... Y que sea por muchos años...
Y que, repito, es un relato; cosas reales y momentos imaginados. Quizá tenga que cambiarlo, para no dejar de recibir correos...jajaja...
Un beso.

Ana A. dijo...

Brutal ...

Ojalá llegue el cambio de requiem por samba.

Besoslindo

Miguel dijo...

Jajaja.... gracias Ana. Pero esto es por la falta de sueño, no por lo que pasa por dentro...
De verdad de la buena...

Besazos

Alamut dijo...

Y un correo de ella ... ¡Anda, se valiente, no lo borres, leelo! Quizá te invite a un café con hielo ;p
Besos

Miguel dijo...

No sé, Alamut, que me da mucho miedo; que hay mensajes que los carga el diablo...
Besos