miércoles, 6 de agosto de 2008

El momento


(Van Gogh)

El café estaba vacío.
Nadie en las calles; apenas un camarero en la barra, que se escondía en la cocina de tanto en tanto.
El silencio, roto cuando el semáforo del final de la calle pasaba al verde y permitía a los diseminados coches pasar cerca, era estremecedor. Ni siquiera lo rompía esa pareja que pasaba con paso acelerado y con movimientos de discusión en el cuerpo.
Me senté en la terraza a ver pasar los momentos que me ofrecía la ciudad. Pocas veces era posible ver con tranquilidad lo que pasaba en la ciudad, y ver los momentos de uno en uno.
Así que, cuando el momento llegó, estaba allí esperándolo, con un café solo, con mucho hielo, y la mirada atenta.

4 comentarios:

Eva Galve dijo...

Nada mejor que un café para reflexionar.
ESte es el cuadro que ilustra mi cuadro de luces de mi casa.

LU dijo...

Tienen “algo” los cafés. Aquí en Galicia los hay preciosos, casas de piedra, con magia.
Hoy al salir del trabajo pensaba ir a la peluquería – un gran esfuerzo – pero estaba repleta y me he sentado tranquilamente en una terraza con un café con hielo. Mucho mejor.
Besos

Miguel dijo...

Hola Eva... Gran cuadro de Van Gogh, para admirar mientras tomas un café...

Miguel dijo...

Bueno, veo que las casualidades continuan... Café con hielo en una terraza de verano.
En Madrid hay un café (sin terraza) en la glorieta de Bilbao... olor a antiguo, mesas de mármol, espejos en la paredes, y grandes ventanales para ver la vida pasar... Hay momentos con un sabor especial.
Besos