viernes, 8 de agosto de 2008

Siesta desconocida


(los sueños de la razón producen monstruos. Francisco de Goya)

La tarde es calurosa en Madrid... El verano en Madrid siempre parece más caluroso que en el resto de las ciudades. Quizá se deba al calor que sale del asfalto; quizá saber que todo el mundo está fuera, menos yo...
La mente intenta distraerse con lectura del último libro pendiente, pero mi cabeza se ladea dejando caer los ojos en un sueño placentero y caluroso... Calor, siesta... me vienen las palabras de lo leido esta mañana en un blog... de siestas previstas de seducción y vino... me dejo llevar; supongo que esa desconocida estará en esa casa desconocida, su familia para mi desconocida... No habrá respiro para ella... Diversión, amor... me imagino su cuerpo desconocido, sus ojos; a los ojos siempre les pongo un color, verde, quizá marrones...

No me concentro en dejar que mi cabeza se caiga pesadamente en la almohada. Abro los ojos... ufff.... van a ser unas largas vacaciones en Madrid...

Me apetece llamar a alguien, pero todos están fuera...oir esa voz desconocida de palabras tranquilas... me apetece dejarme seducir... probar sus besos desconocidos... su cuerpo desconocido, dejarme llevar por olores desconocidos....
¿A qué sabrán los besos desconocidos?. ¿Y las palabras nuevas?
Para, para... por dónde iba??? Sí, eso, página 54:

"Mi Amante:

Mi amante lleva grabado,
en el empeine del pie,
el nombre de su adorado.

- Descálzate, amante mía;
deja tus piernas al viento
y echa a nadar tus zapatos
por el agua dulce y fría."

Marinero en Tierra. Rafael Alberti

... Ni la lectura aclara a veces.
Me consumen las ganas de intentar hacer cosas que ni el corazón
ni la cabeza quieren dejar de hacer,
pero mi obstinación en olvidar me provocan darles la contraria.

Duerme, que para soñar, ya escribo.

4 comentarios:

Mencía dijo...

Brutal

Un sueño ... lo desconocido .. conocido ... crear esa tercera memoria ... la que se hace no con la mente ni con el corazon sino oon el cuerpo y el tacto

Besos

Sara dijo...

Los besos, mis besos saben a todos los sabores que tu te quieras imaginar.
Nunca saben igual.
Descubrelos!!
besitos.....

Miguel dijo...

Hola Mencía. Síiii. Es el recuerdo del tacto de otro cuerpo, el olor, lo que consigue, a veces, que el corazón y la mente se puedan estremecer.
Besos, besos, y gracias por pasar..

Miguel dijo...

Ufff... Sara. Con tus comentarios, la imaginación sueña con besos de sabores y colores...(jajaja)
Tentador... Besos (cómo no, a cientos).