miércoles, 27 de agosto de 2008

La Terraza


(Federico Zandomeneghi. Terraza en el boulevard)

Estaba en la acera de enfrente. Esa terraza a la que siempre miraba con cierta envidia. Con ganas de que fuera para mi.
Me sentaría, en vez de pasar a su lado de forma rápida y precipitada; me sentaría y me tomaría un café, sólo con hielo, y pasearía junto a los que pasean alrededor de la terraza.
Miraría a ese señor cabreado con su móvil, que lo mira con odio pensando dónde estaría su cobertura en ese momento, en ese preciso momento que tiene que hacer esa llamada tan importante.
O, mira, mira esa chica; que manera de andar. No sé porqué hay personas que andan como si estuvieran en pasarela Cibeles. Pero no pasa desapercibida. La señora del carrito se ha parado y la mira con descaro… la acompaño con el carrito; va a la tienda del número 24; tienda con aire de boutique, pero que pone un terrible “Carnecería Ramos” en el título de su tienda.
Y ese niño paseando relajado, apenas doce años, que por la hora, todo me indica que no está dónde debería.
La mirada de esa mujer. Pasea con una sonrisa, y con tristeza en la mirada. Se mira en el espejo de la zapatería que se encuentra pared con pared con la panadería. Nos miramos sus ojos. Están tristes; las gafas de sol en el bolso; las busca y se las pone; se recoloca su reflejo y sigue su marcha con la sonrisa en los labios.
Supongo que cada uno que pasa junto a la terraza tiene su historia. Me gustaría saberla. Algunas son de apenas tres líneas; otras me llevaría toda mi vida contarlas.
Mi vida la preguntará otra persona que se siente en esa terraza, cuando paso con aire de llegar tarde. Y se preguntará porqué miro con tanta envidia a los que se sientan en la terraza. O quizá me vea pasar sin verme. Un reflejo más en un escaparate.

6 comentarios:

Mencía dijo...

Observar a la gente, bonita actividad, preguntarte sobre sus vidas, sus gestos, lo que están pensando o sintiendo ....

Lindo cuadro ...

Miguel dijo...

Una manera de no mirarse uno en el espejo, mirando lo que pasa alrededor.
Gracias Mencía, por estar.

LU dijo...

Este mes de “soledad laboral” hago un descanso a media mañana para tomar un café. Voy a un sitio donde lo ponen delicioso, con un pequeño dulce, que tanto se agradece. Me gusta sentarme al lado de la ventana y observar. Toda esa gente desconocida, con sus alegrías y tristezas…

Me gusta la sensación de ver la vida pasar sentada en una terraza. Otro café con hielo para mi.
Biquiños

Gattaca dijo...

Siempre me ha gustado observar a la gente cuando no me ven, es cuando se comportan con naturalidad, no se si es que soy una chafardera, pero mira, es lo que hay, me gusta aprender de la la naturaleza humana, juego a adivinar como son en realidad, pura fantasía, pero es que de eso me sobra...

Un beso

Miguel dijo...

¿Sabes, la dama se esconde? Creo que te voy a copiar. Un descanso en la mañana en mi café favorito de Madrid, y disfrutar de ver pasar la vida de las personas. Un más con hielo, por favor.
Besos

Miguel dijo...

Qué mejor divertimento que la fantasía. Qué ver pasar, e imaginarte, o saber, qué pasa por delante de nosotros.
Un beso Gattaca. Y que tus sueños se hagan realidad.