martes, 12 de agosto de 2008

Sueño en el tren


(Estación de Normandía, Monet)

El tren me mecía en su suave traqueteo. El destino, mi trabajo. Eran, no sé, las siete de la mañana quizá, y me dejaba vencer por la fuerza del cansancio y de ese movimiento constante que el tren lleva siempre. Mientras que estaba en el acurrucado espacio que me permitía el vagón semivacío de una mañana de agosto, me preguntaba porqué estaba despierto cuando lo que necesitaba era dormir, y dormía, sin poder evitar lo contrario, cuando mi mente tenía que reaccionar y espabilarse.
Con los ojos semiabiertos, con el libro de Kundera entre las manos, a punto de caerse de mis manos, el tren paró en la estación que se encontraba a medio camino entre mi casa y el trabajo.
Apenas salió nadie, porque no había nadie que pudiera salir… el señor mayor de la esquina derecha, que dormía como yo; las dos mujeres que compartían conversación de camino al trabajo, y yo.
Entró una pareja; quizá venían o iban de vacaciones. Llevaban dos maletas con ruedas, de esas de las que nunca recuerdo como se llaman. ehhh … trolley, eso; dos trolley de los que tienen el tamaño perfecto para poder subirlo al avión sin facturar.
Entraron en silencio y se sentaron en dos asientos laterales, que me permitía verlos claramente, aunque él me enseñaba la espalda. Él tenía un aspecto parecido al mío, o eso creo. Ella; ella era más alta, o eso me pareció al entrar. Ojos pequeños, manos grandes.
Miraban al frente. Y no se dijeron nada mientras llegábamos a la siguiente estación.
Yo volvía a encontrarme somnoliento y cerrando los ojos sin poder evitarlo.
Él le dijo: “No entiendo porqué me quieres”. “No te quiero. Nos acompañamos en este tramo de la vida… nos llevamos bien; nos divertimos en los juegos de cama. No necesito más” le contestó, lentamente, la chica.
Notaba como él le miraba fijamente a ella, mientras ella seguía mirando al frente casi con la mirada distraída.
“¿Qué no me quieres? Y, entonces, ¿Porqué vamos a este viaje juntos? Creía que había algo más entre nosotros… No me lo puedo creer…”
Escuchaba la conversación sin abrir los ojos; no podía mantenerlos abiertos, aunque mis oídos agudizaban su capacidad de escucha.
“No puedo quererte… no sé porqué. La amistad nos unió, nos mantiene cerca, nos ha hecho amantes, pero no puedo sentir lo que me pides que sienta por ti. No te quiero…quizá nunca te he querido”.
El revisor me zarandeó: “Esta es la última parada, señor; tiene usted que bajarse”.
Abrí los ojos asustados y llorosos… Allí no estaba esa pareja, aunque no necesitaba verlos para saber que no estuvieron sentados nunca en mi vagón.

8 comentarios:

Mencía dijo...

Diosín que brutal niño ... "nunca te he querido" ... ¿sabes? ... hace poco hablando con alguien le dije que hay cosas que sientes y ves de repente como un bombillazo ... pero lo peor no es que de repente veas ... (que no quieres por ejemplo) ... lo peor es que la "lampara" que ilumina tu realidad ... cuando la giras hacia atras ... descubres y ves ... que en el pasado tampoco ... es brutal, de repente no solo entiendes tu presente sino lo que has estado sintiendo tiempo atras y no veias... Aprendizajes ... todo aprendizajes.

Haces trampa ... metes impresionistas, mencionas a Kundera ... ay ay ay ... :D

Besosbesosbesos

Gattaca dijo...

Sueñas despierto??? Esa es mi especialidad, ver las cosas como en un sueño, cuando hay algo que me duele tanto saber me hago la ciega, la sorda y si hace falta la tonta, pero al final aunque entre sueños seas acaba por salir todo a flote...
Mira que nos gusta engañarnos!!

Mil besos, o dos mil... los que necesites, tengo un saco lleno:)

Gattaca dijo...

Sueñas despierto??? Esa es mi especialidad, ver las cosas como en un sueño, cuando hay algo que me duele tanto saber me hago la ciega, la sorda y si hace falta la tonta, pero al final aunque entre sueños seas acaba por salir todo a flote...
Mira que nos gusta engañarnos!!

Mil besos, o dos mil... los que necesites, tengo un saco lleno:)

Gattaca dijo...

coñus! como me he repetido...

Miguel dijo...

Gracias Mencía... "Nunca te he querido" o " Ya no te quiero"; frases que se dicen cuando ya no puedes dejar de decirlas...
Ya...jajajaj es que Kundera y, sobretodo, los impresionistas, me ponen la sensibilidad a flor de piel.
Besos a cientos

Miguel dijo...

Soñar despierto es mi otra forma de vivis, Gattaca. Y algún día serán lo mismo, según va avanzando mi vida. El engaño del sueño, al final, ayuda a que sea controlado por nosotros, al menos.
Besos a cientos también para tí. Y no los guardes, que es precioso repartirlos...

LU dijo...

Las primeras frases describen cualquier mañana de mi vida de lunes a viernes. Madrugo y me subo a un tren para ir al trabajo. Yo, desde la ventanilla veo la ría, maravillosos amaneceres. A veces he oído conversaciones muy curiosas, y otras que era mejor que las tuvieran en privado… A veces sueño que me vuelvo a casa y duermo toda la mañana.
Me quedo con esos amaneceres rojos, con algunas nubes en el cielo y el traqueteo del tren que adormece.
Besos
Adoro a Kundera y soñar es un placer

Miguel dijo...

No está mal, la dama se esconde, los amanecer rojos, mientras miras por la ventana cómo el tren te lleva... Preciosa imagen...
Soñar me hace sentirme despierto..
Besos;