viernes, 17 de octubre de 2008

Despertar- me


(Tamara de Lempicka. La Dormeuse)

Después de las primeras palabras, de las miradas intensas, de esa sonrisa magnética, que me impedía desviar la mirada más allá de sus labios, me tenía conquistado.
En la improvisada pista de baile, tan pegados bailábamos que era imposible no sentir sus senos, sin ataduras, pegados a mi camisa. No sé quien estaba más excitado, pero su piel, sudorosa después de tantos bailes, me parecía lo más erótico que mis dedos habían acariciado.
No sé el tiempo que pasó, pero no veía nada, ni oía nada de esa plaza mayor, llena de gente y de petardos. Sólo su rostro, empapado de deseo, y sus labios, que me tenía que comer a bocados.
Nos vamos, preguntó… claro. Dónde… a mi casa.
Los matices de su piel descubrí uno a uno, mientras sorbía cada uno de sus poros. Sudor único de dos cuerpos con ganas de amor. No había límites a sus deseos. Los míos los descubría sin preguntar. El masaje de cosquillas, cuando su pelo recorría mi espalda, mi lengua recorriendo su cuello, hasta quedarme seco.
Amanecía en su cama, en una habitación que convertía su dos por dos en una cama de juguete. El desastre de las ropas arrancadas de los cuerpos con rabia llevaban un claro camino, como las piedras del cuento, que llevan siempre al hogar, cálido.
Me levanté para asomarme por la ventana. La luz del sol se descubría por entre las casas, iluminando las calles sucias de fiesta.
Empecé a pensar en lo casual del destino; si el coche esa tarde no se hubiera empeñado en griparse; si hubiera llegado a mi casa, a mi cubículo, habría compartido con el gato las sobras de la cena anterior, delante de los anuncios de detergente. Ahora estaba en esa casa, junto a la cama de un amor de fiesta, feliz, respirando placer.
¿Qué piensas? Me susurró desde el centro de la cama… Lo bonito que está el pueblo, las sorpresas del des…decía mientras me giraba. Ella, incorporando la cabeza con su mano, me sonreía con esa sonrisa que me hipnotizaba… Qué decías…Que quiero mis mañanas con tu sabor.

9 comentarios:

Mencía dijo...

Quiero mis mañanas con tu sabor ... joé ...

Intensidad, labios, conquista, caricias, deseo, bocados, ganas de amor, sudor, sin limites, lengua, placer ...

pero niñooooo que ye viernes, que pasdifjqklwejrasodfjalsjkdfqowier

Anda queeeeeeeeee

Miguel dijo...

Es que los viernes son muuuu malos.
Besazos Mencía. Buen finde...:)

Sara dijo...

Ima
bueno, eso va mejorando....ya no es el "despertar" negro que nos relatabas ayer.....el de hoy es un despertar de pasiones y lujurias, jajajajajaja.
Menos mal que el coche se gripo...

besos de finde....largos y con ganas.

Miguel dijo...

Estos son los despertares que me gustan, Sara.
Besazos, muchos, para aguantar el finde...

Pepe del Montgó dijo...

Pero tu tienes mucha suerte. Hasta el coche se alía contigo para desviarte de la rutina.

eva dijo...

me quedo con esta frase "quiero mis mañana con tu sabor" me encanta.

Besitos

Gattaca dijo...

Por dios! La última frase es impresionante...

Me ha encantado:)

Y bueno! Ya estoy al día! al menos en tu blog, seguiré el blogs tour's.

Mas besos, montones de ellos, y creo que con estos también me pongo al día;)

Jack dijo...

Senos, piel, excitación... muy erótico. Tus relatos son corticos pero no te dejan indiferente.
Saludos

María Luisa de Parma. dijo...

Uffffffffffff, que belleza, me dejas sin palabras.
Un beso